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domingo, 9 de marzo de 2014

LA NIÑA DE NADIE PARTE VI

  Entrando a la aldea ya limpios y serenos,Violeta no se separaba de su gran amigo ,agarrándose de su mano fuertemente. Callejearon un poco entre gentío y carros , puestos de frutas y gallinas voleteando...hasta que llegaron ante un portalón ostentoso de color verde con adornos dorados. Edgar pidió a su dulce ángel que esperara en la entrada hasta que la llamara.

   El confuso hombre que ahora subia la escalinata de aquella mansión, ya no era el mismo que salió dos dias antes de viaje con la intención de deshacerse de una penosa criatura.Todo parecia estar cambiando, sobre todo  la preocupación que sentia por Violeta y su bienestar .Tocó a la puerta gigante y en poco más de un suspiro, una niña con dos coletas tan tirantes que la obligaban a sonreir , asomó por la ranura entreabierta...
-Busco a Edmund Jhon Mistery -entonó con una voz fuerte..
-Mi padre no se encuentra en estos momentos señor-dijo la pizpireta niña..
-Entraremos y le esperaremos, soy tu tio Edgar- agarró a su pupila por los hom bros y casi en volandas la introdujo en la casa hasta la gran sala de estar.Se sentaron en un inmaculada chesslonge color teja , Violeta no queria mover ni un sólo pelo de su cabeza por miedo a romper alguna frágil figura de la sala.

    Entretanto la chiquilla de la puerta corrió a buscar a su madre.En un instante vieron como bajaba esa mujer, con la expresión más triste que jamás hubiese visto Violeta.Al llegar al final de la escalera ya le parecia un espectro y empezó a marearse de la impresión.
   - Edgar...querido cuñado,,, que sorpresa verte en esta humilde casa,qué te trae por aquí?-quiso saber la dueña de la casa...
   Busco hablar con mi hermano Edmund...tardará mucho en llegar?-cada vez le gustaba menos esa extraña fémina con la que su hermano se había casado y hacían falta dos dedos de fremte para asegurar el porqué de la boda.
-Aún nos hará esperar querido..pero siéntate , como en tu casa Edgar,al fin y al  cabo somos familia.-y con sólo levantar la mano ligeramente ya tenían servidos el té y toda clase de dliciosos bocados.A la dulce viajera se le hi cieron los ojos chiribitas y comenzó a zampar un bollito por aquí y otro po allá...

-Por cierto...cuñado...quién es ésta hambrienta muchacha en la qué acabo de reparar?....


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